El guacamole es una salsa muy típica de la cocina mexicana elaborada a base de aguacate al que se añade cebolla, chiles y cilantro picado. Aunque la receta original no lleva tomate es frecuente añadirlo.
Es estupendo como aperitivo para untar en tostadas o en tortitas de maíz. También va muy bien como salsa para acompañar carnes a la planca y a la parrilla. A mí me gusta mucho también como acompañamiento de pescados a la plancha.
- 4-6 personas.
- 1 aguacate maduro.
- 1 tomate grande o 2 pequeños.
- Media cebolla mediana.
- 1 chile. Si no te gusta mucho el picante o quieres que tenga un sabor más suave puedes prescindir de él. Yo no lo suelo poner.
- El zumo de una lima (si no tienes lima se puede sustituir por el zumo de medio limón).
- Sal.
- Pimienta negra recién molida.
- Aceite de oliva virgen.
- Una cucharadita de cilantro fresco picado.
Abre el aguacate por la mitad con un cuchillo. La pipa se quedará en una de las dos mitades. Retira la pipa. Yo he oído afirmar varias veces que cuando la pipa permanece en contacto con el aguacate evita que la pulpa se oscurezca. Si no vas a emplear todo el guacamole de inmediato puedes guardala y ponerla en el recipiente en el que guardes la salsa. Yo confío más en el limón y en taparlo muy bien, pero no se pierde nada.
Extrae la pulpa del aguacate. Cuando el acuacte está bien maduro al pasar un cuchillo o una cucharilla entre la carne y la piel saldrá cada mitad casi entera.
Pon la carne del aguacate en un bol y aplástala con un tenedor. Se deshará completamente con facilidad. No se quedará una crema tan lisa como si la pasáramos por la batidora, pero para mí la diferencia de texturas es una de las gracias del guacamole.
Rocía la carne de aguacate con el zumo de lima o limón y remueve para mezclarlo. Además de dar sabor el ácido evitará que el aguacate adquiera un tono oscuro.
Pela el tomate y pártelo en daditos pequeños. Añade al aguacate.
Pica la cebolla fina y añádela también al bol.
Si vas a usar el chile (yo normalment no lo pongo) pícalo finamente y añadelo a lo anterior.
Hay recetas en las que se pasa el aguacate con el tomate y la cebolla por la batidora o la thermomix para convertirlo todo en una salsa homogénea. Yo personalmente prefiero hacerlo simplemente picando los ingredientes. Me gusta la frescura que aportan los trozitos de cebolla o tomate en contraste con la textura más cremosa del aguacate.
Añade un buen choro de aceite de oliva virgen, sal al gusto y un poco de pimienta negra recién molida.
Por último pica las hojas de cilantro fresco y añádelo a la mezcla. Yo lo que suelo hacer es comprar un paquete de cilantro fresco y lo pico entero, luego congelo lo que no uso y así lo tengo listo para varias veces más.
Mezcla todos los ingredientes hasta que la mezcla tenga un aspecto uniforme y el aceite se haya integrado completamente.
Guarda tapado para evitar que se oxide y tome un color oscuro. Lo más efectivo, aparte de añadir el limón, es poner papel de film en contacto con la superficie de la salsa para que no quede entr en contacto con el oxígeno y así no se oxide.
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