Cuando pensamos en una tarta Tatin, la popular tarta francesa que se hornea al revés, con la masa sobre el relleno, solemos pensar en platos dulces, pero también podemos preparar exquisitas versiones saladas. Mi favorita es la tarta Tatin de tomates cherry. Una tarta salada muy sencilla de preparar, con los tomatitos caramelizados con miel y vinagre balsámico que le dan un sabor riquísimo y una presentación muy vistosa, especialmente si combinamos tomatitos cherry de distintas variedades y colores. Una receta espectacular que se convertirá rápidamente en una de vuestras tartas saladas favoritas.
La primera vez que vi una receta de una tarta Tatin de tomatitos cherry fue en la sección de cocina del New York Times, hace ya unos años. Me gustan mucho los tomates y me llamó enseguida la atención porque tenía una pinta estupenda, además de ser una de las recetas más populares del periódico. Desde entonces la he preparado un montón de veces y es siempre un éxito, es una receta muy sencilla y rápida de preparar, pero que llama la atención y está riquísima.
Hay muchas versiones de esta tarta, similares pero con pequeñas variaciones. La mayoría usan miel (o azúcar moreno) y vinagre balsámico (el de Módena por ejemplo) para aderezar los tomates, pero empleados de distinta forma.
Algunas versiones hacen un caramelo en una sartén al fuego con el azúcar y la miel antes de añadir los tomatitos y el hojaldre y hornear. Otras simplemente mezclan los tomates con la miel y el vinagre balsámico y los colocan en el molde.
En muchas versiones se añade una capa de cebolla caramelizada entre los tomatitos y el hojaldre. Yo no lo suelo poner porque en mi casa hay algún enemigo declarado de la cebolla, pero queda también muy rico. En este caso simplemente cortamos la cebolla en juliana y la pochamos lentamente hasta que esté doradita, unos 20 minutos a fuego muy suave. Luego se extiende sobre el tomate antes de colocar el hojaldre.
Yo empleo la versión más sencilla, simplemente dejo marinar los tomates un ratito con la miel y el vinagre balsámico, los coloco en la fuente, cubro con el hojaldre y horneo. Es la versión menos trabajosa y queda buenísima, al hornear se forma un caramelo espeso muy rico y el sabor de los tomates es fantástico. Es increible el poco trabajo que da y el resultado tan estupendo que obtenemos.
Para preparar la receta empleo el molde bajo de tarta de Pyrex, tiene 26 centímetros de diámetro. Nos vale cualquier fuente de horno similar (tampoco hay problema en usar una rectangular) o incluso un molde de bizcocho, mejor si no es desmontable, la receta es bastante húmeda y en los desmontables es fácil que se salga algo de líquido por la charnela, aunque se soluciona fácilmente poniendo una bandeja debajo par que no nos manche el horno.
La receta se puede preparar con cualquier tipo de tomatitos cherry, pero queda especialmente vistosa si se combinan distintas variedades y colores. Hay envases que combinar tomates rojos, otros más oscuritos como los kumato y tomatitos amarillos que quedan monísimos para la tarta.
Para el molde de 26 centímetros se necesita algo más de medio kilo de tomatitos. La primera vez que uso un molde para esta tarta antes de marinar los tomatitos los coloco en el molde dejando un bordecito libre alrededor para ver cuántos necesito, así no me quedo corta.
El único problema de esta tarta es que al hornear los tomatitos sueltan bastante líquido. Al dar la vuelta a la tarta el hojaldre absorbe el líquido y se reblandece un poco. Para mi es uno de los motivos por los que esta tarta funciona mucho mejor en su versión Tatin, horneada al revés, que cuando se hornea con los tomatitos sobre la masa. Cuando colocamos el hojaldre debajo, como los tomates sueltan mucho jugo el hojaldre lo absorbe y a veces cuesta que la base quede bien cocida, mientras que en la versión Tatin al estar sobre los tomates el hojaldre se cuece mucho mejor, al dar la vuelta se humedece pero al morder la sensación es distinta, se nota que está bien cocido aunque impregnado de salsa de caramelo de tomate.
Si queremos evitar que se forme tanto líquido se pueden "secar" los tomates salteándolos en una sartén antes de colocarlos en el molde. Se colocan en una sola capa en una sartén con una gotita de aceite y se saltean hasta que se abran, para colocarlos a continuación en el molde, descartando el líquido que hayan soltado.
Para evitar que se reblandezca el hojaldre también es buena idea no desmoldar la tarta hasta el momento de servir.
- 8 personas (un molde de 26 centímetros).
- Una lámina de hojaldre.
- 500-600 gramos de tomatitos cherry.
- Una cucharada de miel.
- Dos cucharadas de vinagre balsámico de Módena.
- Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Albahaca fresca picada (u otra hierba que os guste).
- Sal.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva virgen extra.
Poner en un bol la cucharada de miel, dos cucharadas de vinagre balsámico de Módena y una cucharada de aceite.
Añadir sal y pimienta negra molida al gusto. Yo le añado también albahaca picada, es una hierba que me gusta mucho como combina con el tomate, pero podéis añadir el condimento que más os guste.
Remover bien hasta obtener un aliño bastante uniforme.
Añadir los tomates cherry y remover para que se impregna todos del aliño, moviéndolos con cuidado para que no se rompan.
¿Cuántos tomatitos necesitamos? Dependerá del tamaño del recipiente que usemos para hornearlos. La primera vez es buena idea llenarlo con una capa de tomatitos, dejando un hueco de un par de centímetros todo alrededor, para ver cuántos se necesitan.
Dejar reposar unos 15 minutos.
Extender la lámina de hojaldre sobre el papel en el que viene envuelta.
Cortar un círculo un poco mayor que el diámetro de la fuente que vamos a usar para hornear la tarta Tatin. Para mí lo más cómodo es colocar la fuente invertida sobre el hojaldre y cortar con un cuchillo más o menos a un centímetro del borde.
Reservar.
Si hace calor puede ser buena idea ponerlo de nuevo en la nevera.
Colocar los tomatitos cherry en la base de la fuente o molde en que vayamos a hornear la tatin, procurando que queden en una sola capa y dejando un borde libre de un dedo de ancho todo alrededor.
Volcar sobre los tomates el aliño que haya podido sobrar.
Yo antes de poner los tomates suelo untar el lateral de la fuente con una gotita de aceite para que no se pegue el hojaldre, pero muy poquito, a esta tarta no le va muy bien que añadamos más humedad.
Colocar el círculo de hojaldre sobre los tomates, remetiendo los bordes entre los tomatitos y el lateral del molde.
Hacer un agujerito en el centro del hojaldre para permitir que escape el vapor. Yo suelo hacer otros 3 o 4 agujeritos distribuidos por la masa.
Precalentar el horno a 190 grados.
Colocar el molde con la tatin en la parte central.
Hornear hasta que el hojaldre se vea bien dorado, unos 30 o 35 minutos.
Sacar la tatin del horno y dejar reposar sobre una rejilla 10 minutos.
Para desmoldarla si el hojaldre se ve pegado el lateral separarlo con ayuda de un cuchillo.
Colocar un plato de servir invertido sobre el molde.
Dar la vuelta al conjunto molde más plato con decisión pero con cuidado de no quemarse.
Retirar el molde.
Servir cortado en triángulos.
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