En los últimos meses se han vuelto muy populares los platos preparados con verduras cortadas como si fueran pasta larga, del tipo espagueti o tallarines. Platos de verdura sencillos pero con una presentación distinta y original. No dejan de ser verduras pero presentadas de forma distinta, que siempre ayuda a que sean más apetitosas. Una de las verduras que mejor se presta a ser convertida "en pasta" es el calabacín, tanto por su forma alargada que facilita sacar tiras con forma de tallarín como por su sabor suave que combina bien con casi todo. Cortados en tiras finas como en estos tallarines de calabacín con langostinos al ajillo son un primer plato o guarnición rico y muy fácil y rápido de preparar.
Para cortar las verduras en forma de espagueti se puede emplear un espiralizador, que es un utensilio de cocina que permite extraer tirar largas de multitud de verduras. Sin embargo no es imprescindible para preparar la receta y podemos hacer las tiras con otros utensilios que seguros que tenemos en casa. No quedan tan perfectas pero quedan bien. Para hacer tallarines puede emplearse una mandolina puesta con un grosor muy fino y también se hacen muy bien con el pelaverduras, que para mí es la opción más cómoda.
El único secreto para que este plato quede bien es que la cocción del calabacín debe ser muy breve, de modo que la verdura quede al dente. Cocinaremos el calabacin únicamente durante un par de minutos de modo que no quede excesivamente blando. Si nos pasamos con la cocción quedará muy blando y el plato pierde toda su gracia.
- 2 calabacines más bien grandes.
- 300 gramos de langostinos.
- 8 dientes de ajo.
- Una guindilla (o 6 guindillas de cayena de las pequeñitas).
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra molida.
Eliminar los dos extremos de los calabacines y pelarlos.
Con ayuda del pelaverduras sacar tiras largas de calabacín hasta llegar al centro, que podemos aprovechar para otro plato (al tener semillas no es muy adecuado para sacar tirar largas). Podemos hacer las tiras también con la mandolina o con un espiralizador.
Pelar los langostinos, dejando los cuerpos enteros. Las pieles y las cabezas pueden aprovecharse para preparar un fumet.
Pelar los dientes de ajo y cortarlos en láminas.
Cortar la guindilla en aritos.
Poner al fuego una cazuela baja, o una sartén muy amplia, con un chorro de aceite en el fondo, únicamente lo necesario para cubrirlo.
Añadir los ajos y la guindilla y cocinar hasta que empiece a dorarse, pero sin dejar que los ajos tomen mucho color para evitar que cojan sabor amargo.
Si se quiere se pueden retirar los ajos y la guindilla una vez que han perfumado el aceite.
Añadir los langostinos y saltear hasta que cambien de color.
Incorporar las tirar de calabacín y cocinar un par de minutos, removiendo con cuidado de no romperlas mucho para que se hagan por igual. Se trata de saltear el calabacín brevemente, lo justo para que se haga pero sin pasarnos de cocción para que no se quede blando.
Repartir en cuatro platos y servir.
Comentarios
Publicar un comentario