La combinación de chocolate y café en un postre es una apuesta que siempre triunfa. Una mezcla equilibrada y deliciosa que funciona muy bien especialmente en postres para "adultos". Un buen ejemplo son estos vasitos de crema de chocolate con gelatina de café, inspirados en la receta que aparece en La enciclopedia del chocolate, un libro muy recomendable para todos los chocolateros, dan ganas de lamer las fotos. El postre está formado por una crema de chocolate muy suave cubierta por una capa de gelatina de café muy fresca, que es casi como comernos un café a cucharadas. Además de rico queda muy elegante con los dos tonos marrón del chocolate y el café haciendo contraste.
Para la presentación es preferible usar unos vasos que no sean demasiados grandes. Las porciones que se obtienen no son muy grandes, del tamaño de un yogur más o menos, perfectas para un final dulce sin empalagar. Son muy cómodos para estos casos los vasitos de cristal de algunos yogures y postres lácteos. Tienen el tamaño adecuado para un postre y como quedan llenos no da la sensación de que nos hayamos quedado cortos con el postre.
El postre es bastante rápido de hacer, en una media hora está hecha la crema de chocolate y cocidos los vasitos al vapor, pero necesita bastante tiempo de reposo para que se cuajen la crema de chocolate (aunque se cuece al vapor espesa al enfriarse en la nevera) y la gelatina. Hay que tener en cuenta además que para añadir la gelatina la crema de chocolate tiene que estar ya cuajada, de lo contrario se mezclarán. Yo lo que suelo hacer es preparar los vasitos por la noche y dejarlos toda la noche en la nevera. Luego a la mañana siguiente, cuando ya ha espesado la crema de chocolate, añado la gelatina y lo dejo en la nevera hasta que cuaja la gelatina, otras 3 horas o así. Si no tenemos tiempo para tanto reposo otra opción es cuajar la gelatina por separado y ponerla sobre la crema cortada en cubitos, como hace la receta original. Lo explico en la receta.
Desde hace unos meses tengo un poco abandonado el blog. Primero fue un pico de trabajo importante (bueno, tal y como está la cosa tampoco es para quejarse por tener mucho trabajo una temporada), luego unos problemas de salud familiares y finalmente unos problemas de salud míos hace un par de semanas, pero la cuestión es que últimamente no me da tiempo a cocinar demasiado y mucho menos a publicar con la frecuencia que me gustaría. Esperemos que todo vuela a la normalidad pronto y pueda volver a actualizar el blog más a menudo.
- 4 personas.
- 100 gramos de chocolate de cobertura.
- 150 ml. de leche.
- 50 gramos de azúcar.
- 2 huevos.
- 150 ml. de café expreso azucarado al gusto.
- 1 1/2 hojas de gelatina.
Trocear el chocolate y fundirlo lentamente al baño María o en microondas, con cuidado para no quemarlo.
Mientras tanto poner la leche en un cazo y calentarla justo hasta que empiece a hervir.
Añadir un tercio de la leche caliente al chocolate fundido. Mezclar con ayuda de una lengua de silicona formando círculos. Añadir otro tercio de la leche y mezclar de igual forma. Incorporar por último el tercio final, mezclando de la misma manera.
Incorporar a continuación los huevos, esperando a que el primero esté bien mezclado antes de incorporar el segundo.
Añadir el azúcar y mezclar bien formando círculos.
Verter la crema en los cuatro vasitos.
Tapar cada vasito con film transparente.
Mientras preparamos la crema poner al fuego una vaporera para que el agua esté hirviendo cuando tengamos los vasitos listos. Ya os he contado alguna vez que yo improviso una vaporera colocando el cestillo de la olla sobre una cazuela de su misma pedida (como las medidas de las cazuelas son estándard suele ser fácil encontrar una que encaje) y la tapo si es necesario con la tapa de esa misma cazuela.
Poner los vasitos en la vaporera, tapar la vaporera y cocer durante unos 20 minutos a fuego no muy fuerte, pero sin que deje de hervir el agua.
Sacar los vasitos de la vaporera. Al finalizar la cocción la crema sigue estando muy líquida, se espesará al enfriar en la nevera.
En cuanto se enfríen un poco meterlo en la nevera para que termine de cuajar la crema. Necesitarán varias horas de frío para cuajar. Yo los suelo dejar toda la noche.
Para preparar la gelatina de café poner la gelatina a remojo en agua fría. Se hace muy bien en un plato sopero. El tiempo necesario dependerá de la marca (consultar las instrucciones en el envase), pero suele bastar con unos 5 minutos.
Preparar el café y azucararlo al gusto.
Escurrir la gelatina apretándola con el puño y añadir al café caliente. Remover bien para que se disuelva completamente. Esperar a que se enfríe un poco.
Para incorporar la gelatina a la crema tenemos dos opciones: hacer cubitos de gelatina como la receta original o poner una capa sobre la crema, tal y como se muestra en las fotos.
Yo habitualmente lo que hago es poner una capa de gelatina sobre la crema de chocolate. Queda un contraste bonito entre las dos capas de distinto tono, con la de arriba semitransparente. Es una opción muy sencilla, pero se necesita que la capa de crema de chocolate esté completamente cuajada para que no se mezcle con la gelatina. Yo lo que hago habitualmente es preparar los vasitos por la noche (en 30 minutos están listos, incluyendo la cocción al vapor), dejarlos toda la noche en la nevera y por la mañana pongo la capa de gelatina con tiempo para que cuaje hasta la hora de comer.
La receta original lo que hace es formar cubitos de gelatina de café que se colocan sobre la crema. En este caso lo que haremos es verter la gelatina en un recipiente cuadrado o rectangular de modo que no quede una capa muy alta. El recipiente no debe ser muy grande. Hay que tener en cuenta que sólo tenemos 150 ml. de café y si es demasiado ancho más que una caja fina nos quedará una lámina. Para que os hagáis una idea con un recipiente de 10x10 quedará con una capa de un centímetro y medio de altura y con uno de 12x12 una de un centímetro más o menos. Verter la gelatina en el molde (si se forra con papel de film será más fácil de desmoldar) y ponerlo en la nevera hasta que cuaje (unas 3 horas). Al servir desmoldar la gelatina sobre la tabla de cortar y partir en cubitos pequeños, que se distribuirán sobre la crema de chocolate.
Servir recién sacado de la nevera para que esté fresquito.
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