Rodaballo al horno con salsa de langostinos

Rodaballo al horno con salsa de langostinos

El rodaballo (Psetta maxima) es un pescado con forma romboidal y plana (pleuronectiforme) de la familia Scophthalmidae. Es un pescado con una textura muy delicada y un sabor muy suave y rico, un pescado exquisito que no necesita grandes preparaciones para quedar bien. Simplemente hecho al horno queda riquísimo, aunque si seguís el blog ya sabéis que yo soy fanática del horno, me parece el mejor sistema para conseguir platos sencillos y deliciosos con pocas complicaciones. En ocasiones más señaladas me gusta acompañarlo con una salsa, como esta de nata y langostinos de la receta de hoy. También queda muy bien con unas patatas horneadas al tiempo que el pescado o una ensalada.

No es un pescado barato, pero el de piscifactoría resulta bastante asequible. Desde luego no es tan bueno como el salvaje, pero sigue siendo un pescado muy bueno y a un precio aceptable, ya que el salvaje está por las nubes.

El inconveniente del rodaballo es lo poco que cunde. Es un pescado con mucho desperdicio. Además de su cabeza de tamaño más que respetable (que puede aprovecharse para hacer un fumet) también se eliminan las raspas laterales, similares a las de otros pescados planos como el gallo o el lenguado pero bastante más anchas, con lo que al final la cantidad de pescado se reduce bastante. Para 4 raciones hace falta una pieza de kilo y medio más o menos. El de las fotos era un ejemplar hermosísimo de casi 2 kilos y salieron 4 raciones generosas pero no excesivas.


Ingredientes
  • 4 personas.
  • Un rodaballo grande (alrededor de kilo y medio para cuatro raciones). .
  • 100 ml. de vino blanco.
  • 200 ml. de nata de cocina.
  • 250 gramos de langostinos.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal y pimienta negra.

Preparación

Pedir en la pescadería que nos limpien el rodaballo. A mí me gusta hornearlo entero (sin cabeza, que aprovecho para un fumet) y sacar los 4 lomos una vez que está hecho. Me parece que se aprovecha mejor la carne ya que no se queda pegado ni una gota a la espina y a mí me da la sensación de que está más rico cocinado con la espina, que tiene mucho sabor, pero si lo prefieres puedes pedir que os separen los lomos en la pescadería.

Lavar bien el rodaballo bajo el chorro de agua fría y secarlo con papel de cocina.

Poner un chorro de aceite en una fuente de horno y colocar el pescado encima. El rodaballo que empleé en esta ocasión era un ejemplar precioso de casi dos kilos que apenas cabía en la fuente.

Rodaballo

Salpimentar el pescado y rociar con el vino blanco.

Poner el pescado en la parte central del horno precalentado a 190 grados y hornear durante 35-40 minutos. Para comprobar que está hecho probamos con ayuda de un tenedor si la carne se separa de las espinas. Si se separa con facilidad el pescado está en su punto. En caso contrario necesita algún minuto más de horno.

Mientras se hace el pescado preparamos la salsa.

Pelar los langostinos y partirlos en trocitos.

Poner un cazo al fuego con un chorro de aceite.

Cuando el aceite se caliente añadir los trocitos de langostino y rehogar hasta que estén hechos. Si nos gusta que la salsa tenga tropezones (a mí me gusta) sacar unos pocos langostinos a un plato y reservar.

Añadir la nata y salpimentar al gusto. Dejar que cueza muy suavemente unos 10 minutos.

Triturar la salsa con la batidora hasta que quede una crema lisa. Añadir los trocitos de langostino que hemos reservado.

Salsa de langostinos

Sacar el rodaballo del horno. Separar los 4 lomos y emplatar. Repartir la salsa sobre los lomos o ponerla a un lado.

Rodaballo al horno con salsa de langostinos

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