Garbanzos fritos con espinacas

Las legumbres son un alimento muy saludable que deberíamos consumir al menos dos veces en semana. Aunque la forma más habitual de cocinar las legumbres sean los potajes podemos preparar con ellas infinidad de platos diferentes: ensaladas, cremas, salteadas con otros ingredientes, etc.

Los garbanzos fritos con espinacas entrarían en esa categoría de no potajes. Es un plato de la cocina tradicional, muy popular especialmente en algunas zonas de Andalucía, donde se sirve incluso como tapa en los bares. Hace meses publiqué la clásica receta de garbanzos con espinacas, el potaje de vigilia. La versión de hoy es un plato con los mismos ingredientes principales, garbanzos y espinacas, pero mucho más ligero, sin caldo, en el que los garbanzos y las espinacas se rehogan en la sartén. Un plato riquísimo.

A mí me gusta preparar la receta con garbanzos cocidos en casa, para mí gusto están mucho más ricos, pero si tenemos prisa se pueden emplear garbanzos de bote, convirtiendo estos garbanzos en un plato rapidísimo de preparar.

Suelo emplear espinacas frescas, de las que venden en bolsas junto a otras verduras cerca de las ensaladas. Son muy tiernas, las he empleado también crudas para ensalada, y no es necesario cocerlas previamente. Basta con rehogarlas unos minutos en la sartén para que queden perfectamente cocinadas. A mí en este caso me gusta más como queda la textura si sólo se rehogan, muy tierna pero más entera. Y además no hay que escurrirlas, que para mí es lo peor de cocer las espinacas, parece que siempre queda algo de algo de agua escondida entre las hojas. La receta puede prepararse también con espinacas congeladas.

Ingredientes

• 4 personas.

• 200 gramos de garbanzos (puede emplearse también un bote de garbanzos ya cocidos).
• 300 gramos de espinacas.
• 1 cebolla.
• Media cucharadita de pimentón.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Sal y pimienta negra.

Preparación

La noche anterior poner los garbanzos en remojo.

Poner agua a cocer en la olla. Aclarar los garbanzos y ponerlos en el agua cuando esta rompa a hervir (los garbanzos al contrario que otras legumbres siempre se cuecen con agua caliente). Añadir un pellizco de sal. Se puede añadir al agua de cocer los garbanzos una hoja de laurel y una rama de apio.

Cerrar la olla.

Cocer durante el tiempo indicado en el manual. La mía es una superrápida y los garbanzos están listos en 20 minutos.

Se pueden cocer también en una cazuela normal. En este caso tardarán entre dos horas y media y tres horas, cociendo siempre a fuego lento.

Escurrir los garbanzos del agua de cocción.

Si empleamos garbanzos de bote simplemente aclararlos bajo el grifo para eliminar completamente el líquido con el que están embotados.

Picar la cebolla muy fina (brunoise).

Si se emplean espinacas frescas no es necesario cocerlas previamente, se pueden rehogar directamente. Si son congeladas, o si aunque sean frescas preferimos cocerlas, las coceremos en agua hirviendo durante 10 minutos. Escurrir completamente intentando que no quede nada de agua acumulada entre las hojas.

Poner al fuego una sartén amplia o una cazuela baja y ancha. Poner un chorro de aceite.

Cuando el aceite esté caliente añadir la cebolla y una pizca de sal. Bajar el fuego y cocinar hasta que comience a ponerse transparente, unos 10 minutos .

Añadir las espinacas. Dejar que se hagan moviéndolas frecuentemente con una cuchara de madera. Estarán cuando se hayan vuelto de color verde oscuro y hayan perdido gran parte de su volumen.

Añadir los garbanzos. Poner sal y pimienta al gusto. Remover, con cuidado para no romperlos, para que se mezclen por igual con las espinacas y vuelvan a coger temperatura. Dejar al fuego unos 5 minutos.

Cuando los garbanzos estén refritos añadir el pimentón (bajar el fuego para que no se queme). Remover para que se mezcle bien. Dejar una par de minutos para que se cocine. Repartir en cuatro platos y servir caliente.