Crema de castañas al chocolate

Llega el último lunes de este noviembre ya invernal y con él el reto dulce de Tia Alia. Este mes hay una pequeña novedad y es que no ha sido Carmen quien ha elegido las recetas del reto. Este mes ha sido Yolanda, de Cocido de sopa, la encargada de decidir las recetas que se van a elaborar. Y la receta elegida han sido unas castañas al chocolate, una carlota rellena con una rica crema de castañas al chocolate. Un postre muy apropiado para la época con la otoñal castaña como protagonista.

¿Una carlota? ¿Cómo me hacéis esto a mí? Ya sé que la carlota es un postre muy vistoso y muy rico, pero intenté hacer una hace algún tiempo y el resultado fue desastroso, ya que se vino abajo al desmoldarla. Y para colmo la crema con la que había rellenado la carlota era una crema de castañas y chocolate, como la del reto, por lo que los presagios no era muy halagüeños.

Hay que reconocer, eso sí, que aunque estéticamente el resultado fue un desastre aquella mezcla desordenada de soletillas y crema de castañas y chocolate estaba muy rica.

Así que he decidido homenajear a mi fallida carlota haciendo una versión desestructurada, pero ordenadita, de la misma, alternando en copas de helado capas de soletillas y la misma crema de castañas y chocolate que empleé para rellenarla en aquella ocasión, un poco al estillo del triffle británico. La crema es un poco distinta a la que propone el reto, ya que lleva una base con huevos y leche similar a las natillas.

Hace tiempo que tenía pendiente hacer soletillas caseras, así que he aprovechado la ocasión para elaborarlas. Riquísimas y fáciles de hacer.

Ingredientes

• 4 personas.

• 300 gramos de castañas.
• 400 ml. de leche.
• 3 huevos.
• 100 gramos de azúcar.
• 75 gramos de chocolate de cobertura (he empleado Nestlé postres).
• 16 bizcochos de soletilla.

Preparación

Hacer un pequeño corte a cada castaña y colocarlas en un cazo. Cubrirlas con agua y ponerlas al fuego.

Dejarlas cocer durante unos 30 minutos con el agua borboteando todo el tiempo hasta que estén tiernas.

Pelar las castañas tan pronto como se enfríen lo suficiente como para poder manejarlas, eliminando bien todos los resto de la piel interior. Es importante pelarlas mientras todavía están calientes. Cuando se enfrían la piel interior se pega a la castaña y resulta más complicado eliminarla.

Poner las castañas peladas en el vaso de la batidora o de otro tipo de robot de cocina. Añadir 100 ml. de leche y triturar hasta que quede una pasta lisa y uniforme. Reservar.

Poner el resto de la leche a hervir en un cazo.

Mientras tanto batir en un bol los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos.

En cuanto la leche rompa a hervir verterla lentamente sobre los huevos sin dejar de batir para evitar que se cuajen. Verter en el cazo y poner otra vez al fuego, bajando la temperatura a la mitad.

Remover constantemente hasta que espese un poco. Necesitará unos 10 minutos.

Retirar del fuego. Añadir el chocolate troceado. Remover con una cuchara de madera o una espátula para que el chocolate se funda perfectamente. El calor de la crema debería ser suficiente para fundir el chocolate completamente. Sin embargo si vemos que queda algún trozo sin fundir podemos volver a ponerla al fuego unos momentos, removiendo constantemente.

Añadir las castañas trituradas y mezclar bien para integrar todo perfectamente.

Dejar un par de horas en la nevera para que la crema se asiente un poco.

El postre queda muy vistoso si se monta en copas de helado. Pueden emplearse en su lugar boles individuales o incluso unos simples vasos. A mí me gusta más como queda en recipientes de cristal, pero pueden emplearse perfectamente recipientes de cerámica.

Poner un bizcocho de soletilla partido en trocitos en el fondo de cada copa. Cubrir con un poco de crema. Distribuir encima otra soletilla troceada. Añadir más crema hasta completar la copa, pero sin llegar al borde. Decorar la superficie de la crema con un par de bizcochos de soletilla.

Poner las copas en la nevera hasta la hora de servir para que la crema esté bien fría.