Curry es el nombre genérico que reciben en Occidente una amplia variedad de platos de la cocina del Sur y Sudeste asiático cuya principal característica es el empleo de una combinación de hierbas y especias más o menos compleja que frecuentemente incluye picante.
En su origen la selección de especias a usar en cada plato estaba relacionada con las tradiciones culturales y las prácticas religiosas de cada zona, recibiendo nombres específicos cada plato según la zona, especias usadas y método de cocción.
Los curries son muy variados en cuanto al uso de especias e ingredientes principales. Se usan especias secas y frescas, en grano y molidas, hay platos con salsa (a base de yogur o leche de coco muchas veces) y platos secos, existen recetas con carne o pollo combinados con verduras o recetas completamente vegetarianas. Toda la variedad que nos podamos imaginar.
Aunque el origen de los curries es muy antiguo llegaron a Europa en el siglo XVIII a través del Reino Unido y Holanda, que se habían familiarizado con este tipo de platos en sus colonias y los incorporaron a sus recetarios.
Por extensión solemos llamar curry a una mezcla de especias en polvo que nos permite elaborar estos platos sin necesidad de tener que realizar nosotros la mezcla. Se origina en el siglo XVIII y se supone que su origen está en comerciantes indios que preparaban la mezcla para poder venderla a los británicos que regresaban a la isla tras su paso por las colonias.
La composición de los tarritos de curry puede varias según las marcas, aunque todas se caracterizan por su intenso aroma y por ser algo picantes. Muchas de las especias que contienen son comunes a todos ellos: cúrcuma (que es lo que luego teñirá de amarillo las salsas), pimienta, macis, cilantro, jengibre, cardamomo, clavo, canela, cayena, anís ... La lista puede ser interminable, como interminables son las combinaciones que pueden obtenerse. En general son ligeramente picantes, por lo que es recomendable añadirlos con moderación en los primeros usos hasta comprobar cómo nos resultan de fuertes.
También es posible realizar en casa nuestros curries personalizados juntando y moliendo las especias que más nos gusten y en la proporción que prefiramos.
La receta de hoy sería, hablando con propiedad, más que un arroz al curry, un curry seco de arroz con pollo. Creo que la combinación de sabores de este plato es muy atractiva, con el contraste entre la intensidad del curry y el toque ligeramente dulzón que aportan pasas y manzana.
Con las cantidades que doy salen cuatro raciones muy generosas, que pueden servirse bien como plato único si la combinamos con una ensalada.
Para finalizar sólo un consejo. Si es la primera vez que empleas curry y no te van los sabores muy picantes es mejor poner una cantidad moderada, aunque el arroz no quede muy teñido. Así nos aseguraremos de que no quede muy picante y se pueda comer bien. Luego podemos ir incrementándolo a nuestro gusto.
- 300 gramos de arroz.
- Una pechuga de pollo hecha filetes (400-500 gramos).
- Una cebolla mediana.
- Un puñado de pasas.
- Una manzana.
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra.
- Una cucharada de curry en polvo (modificar cantidad al gusto).
Poner las pasas a remojo en agua caliente media hora antes de emplearlas. De esta forma se hidratarán e hincarán.
Poner al fuego una cazuela con agua en abundancia. Cuando comience a hervir añadir el arroz y dejar cocer 15 minutos a fuego vivo. Este es el tiempo usual para el arroz "normal". Para otro tipo de arroz consultar lo indicado en el paquete. Transcurrido el tiempo de cocción escurrir el arroz y aclarar bajo el chorro de agua fría para detener completamente la cocción.
Picar la cebolla muy fina. Picar la manzana en trocitos muy pequeños o rallarla.
Poner al fuego una sartén y añadir un chorro de aceite.
Hacer los filetes de pechuga por los dos lados, sin pasarlos mucho, ya que luego volverán a la sartén con el arroz. Sacar de la sartén y trocear. Reservar.
En la misma sartén (añadir un chorro de aceite si fuera necesario) añadir la cebolla y una pizca de sal y pochar a fuego suave hasta que se ponga transparente. Necesitará unos 10 minutos.
Añadir la manzana y cocinar unos minutos más hasta que esté hecha.
Escurrir la pasas y añadirlas a la sartén. Incorporar de nuevo la pechuga troceada.
Añadir el arroz bien escurrido y un poco de sal y dar vueltas para que se mezcle.
Espolvorear el curry sobre el arroz y remover bien para que se distribuya por igual y todo el arroz quede coloreado uniformemente. Cocinar unos 5 minutos más removiendo con frecuencia con una cuchara de madera.
Repartir en 4 platos y servir caliente.
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