Los tomates a provenzal son una receta perfecta para emplear como guarnición de numerosos platos. Son deliciosos y sencillísimos de preparar.
A mí me gustan como guarnición sobre todo con platos de carne o pescado hechos a la plancha o en el horno que no lleven salsa. Con platos hecho en el horno me parecen especialmente cómodos ya que podemos prepararlos a la vez que el otro plato. Simplemente los ponemos en el horno cuando al plato principal le quede media hora para estar listo.
A mí me parecen una guarnición fantástica, pero de todos modos debo reconocer que yo siempre he tenido debilidad por el tomate, desde que era muy pequeña. Mi madre solía contar una anécdota. De pequeña yo comía muy mal. Pues resulta que un día, tendría yo unos dos años, estábamos en la tienda y mi madre estaba explicando lo mal que comía yo. En ese momento, con esa gran afición de los niños por hacer quedar mal a sus padres, yo cogí un tomate y me lo zampé enterito. La verdad es que me siguen encantado de todas las maneras: al horno, en ensalada, aliñados con un poco de sal y aceite o simplemente a mordiscos, casi como si se tratara de una fruta.
- 4 personas.
- 4 tomates.
- 2 dientes de ajo.
- 3 cucharadas soperas de pan rallado.
- 1 cucharadita de perejil picado.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra.
Untar con un poquito de aceite de oliva el fondo de una fuente de horno.
Partir los tomates por la mitad y colocarlos en la fuente con el corte hacia arriba.
Pelar los dos dientes de ajo y majarlos en el mortero con un poco de sal. Cuando esté majado añadir dos cucharadas de aceite de oliva y pimienta negra recién molida. Repartir esta mezcla sobre los tomates.
Mezclar el pan rallado y el perejil picado y poner sobre los tomates.
Hornear durante unos 30 minutos a 180ªC con calor arriba y abajo.
Me encantan los tomates y me encanta la idea. Lo probaré! Y que tal con una pizca de queso?
ResponderEliminarEsta tarde probaré a hacer la mermelada. Yo la había probado con queso de brie y está fenomenal, pero no la había hecho yo, me la había regalado una prima.
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