Pan de plátano (Banana bread)

A pesar de lo que su nombre pueda sugerir el pan de plátano no es un pan, sino un bizcocho. Siempre me ha llamado mucho la atención que su nombre original sea pan (bread) o hogaza (loaf) cuando se trata de un bizcocho, pero no he conseguido encontrar la explicación en ningún sitio.

Existen dos versiones de de esta receta, o más bien dos grupos de recetas. Una de ellas estaría basada en el bizcocho cuatro cuartos, aunque es esta ocasión sería más bien un cinco quintos. Es un bizcocho con el mismo cantidad de harina, huevos, mantequilla, azúcar y plátano. Sería del estilo de los del restaurante Starbucks. Un bizcocho muy rico por la cantidad de mantequilla y azúcar que lleva. El otro tipo es un bizcocho mucho más austero, con mucha menos cantidad de azúcar y mantequilla, pero con un sabor y una textura estupendos proporcionados por el plátano, que contiene gran cantidad de azúcar. Esta receta es de este segundo tipo.

Para realizar esta receta es imprescindible que los plátanos estén muy maduros, mejor cuando la piel se ha puesto marrón oscura o casi negra. Está relacionado con el hecho de que al madurar los plátanos pasen de ser ácidos a ser alcalinos. Leí hace tiempo la explicación, pero no he conseguido volver a localizarla. Lo importante es que los plátanos estén muy maduros porque es cuando van a dar al bizcocho esa textura densa y húmeda tan rica. Además es cuando más dulces están, por lo que ayudarán a que el bizcocho sea muy sabroso sin necesidad de añadir gran cantidad de azúcar.

Esto la convierte en una receta perfecta para poder aprovechar los plátanos que se han puesto muy maduros y no va a comerse nadie. En vez de tirarlos los podemos convertir en una merienda muy rica. Es lo que hice yo el domingo pasado. Con la subida de temperatura tan repentina que habíamos tenido la semana anterior los plátanos que tenía en el frutero se pusieron muy maduros sin que diera tiempo a comerlo. Solución: un bizcocho de plátano.

Para hacer la receta empleo como mínimo 300 gramos de plátano (pesado una vez pelado, claro). Pero si tengo más plátanos muy maduros pongo más cantidad sin ningún problema. Esta vez había 450 gramos de plátano. Si aumentamos la cantidad de plátano el bizcocho queda cada vez más húmedo y le cuesta un poco más subir en el horno (el impulsor, el Royal, se lleva mal con lo alcalino), pero queda riquísimo, cada vez más jugoso y con el sabor a plátano más marcado.

Es muy frecuente añadir nueces picadas al bizcocho. En el de las fotos no he puesto, pero queda muy rico si se añaden una docena de nueces picadas en trozos no muy menudos.

Ingredientes

• Un molde alargado de 30 centímetros (6-8 raciones).

• 300 gramos de harina de repostería (la normal de todo uso).
• 100 gramos de azúcar.
• 100 gramos de aceite de oliva virgen extra o de mantequilla a temperatura ambiente.
• 3 huevos.
• 300 gramos de plátanos muy maduros. Puede aumentarse hasta 450 gramos.
• 10 gramos de levadura de repostería (Royal).
• Una pizca de sal.
• Media cucharadita de canela.
• Una docena de nueces (opcional).

Preparación

Pelar los plátanos, ponerlos en un recipiente y aplastarlos con un tenedor. Como los plátanos tienen que estar muy maduros se deshacen con facilidad con el tenedor.

Poner en un bol los huevos con un pellizco de sal y el azúcar y batir con unas varillas manuales o eléctricas hasta que estén muy espumosos y hayan aumentado de volumen.

Añadir el aceite o la mantequilla y batir hasta que esté bien mezclado.

Incorporar los plátanos machacados y mezclar. Añadir la canela. Hasta aquí, plátano incluido, he mezclado con las varillas eléctricas.

Si se van a añadir nueces, pelarlas, picarlas en trozos no muy pequeños y añadir a la masa.

Mezclar en otro recipiente la harina y la levadura y tamizar sobre la mezcla anterior. Mezclar con suavidad hasta que toda la harina esté bien hidratada.

Engrasar con aceite o mantequilla el molde que vayamos a usar y espolvorear ligeramente con harina, eliminando el exceso. Yo he empleado un molde metálico de cake de 30 cm.

Mientras se prepara la masa precalentar el horno a 190ºC.

Poner el molde en la parte central del horno precalentado. Los 15 primeros minutos me gusta poner calor sólo abajo. Así no se forma costra en la parte superior demasiado rápido y el bizcocho sube mejor. A parir de ese momento continúo la cocción con calor arriba y abajo.

Hornear durante unos 45 minutos hasta que al pinchar con una aguja de hacer punto o un palillo en el centro salga seco. Es muy importante, como en todos los bizcochos, no abrir la puerta del horno durante la primera media hora de cocción, para evitar que la entrada de aire frío en el horno haga que se desplome el bizcocho.

Cuando esté cocido sacar el molde del horno y ponerlo sobre una rejilla. En cuento se enfríe lo suficiente como para poder manejarlo (en 10 o 15 minutos un molde de metal se puede manejar bien si se coge con un trapo de rizo) desmoldar y dejar que se enfríe completamente sobre una rejilla.

Servir cortado en rebanadas.