Pan de ajo

Este pan de ajo es todo un éxito cada vez que lo preparo. Da igual que sea para acompañar una comida a base de picoteo, unos entrantes o el plato principal de una comida. Está buenísimo y es totalmente adictivo, una vez que empiezas a comer no puedes parar y va cayendo una rebanada tras otra.

El pan de ajo puede prepararse empleando cualquier tipo de pan, aunque queda mejor con panes con miga uniforme y que no tengan agujeros grandes.

A mi personalmente me gusta mucho con panes estilo baguette, porque al ser barras estrechas las rebanadas tienen mucha corteza y quedan muy crujientes y además como son pequeñitas y se comen en un par de bocados son perfectas para aperitivos. Pero como os digo se puede preparar con cualquier tipo de pan, con las barras normales queda también estupendo. Prefiero que las rebanadas no sean muy grandes, si la barra es muy ancha se pueden partir por la mitad.

La cantidad de ajo a emplear en esta receta puede variarse dependiendo del gusto personal, según nos guste que el sabor a ajo sea más o menos pronunciado. Para una barra empleo dos dientes de ajo medianos y aunque a pueda parecernos poca cantidad el sabor es bastante intenso. Aunque os guste mucho el sabor a ajo yo la primera vez no pondría más cantidad, se trata de que sepa a ajo, pero sin pasarse.

Además de ajo podemos añadir diversas hierbas y especias al pan de ajo. Yo pongo habitualmente perejil, lo añado en la crema de ajo con la que se unta el pan y además espolvoreo el pan con más perejil picado cuando sale del horno. Además de darle color a mi me gusta mucho la combinación de ajo y perejil, me sabe al pollo asado de mi madre, que siempre lo condimentaba con ajo y perejil.

El orégano le va también fenomenal y podemos acompañar las hierbas con un toque cítrico de ralladura de limón.

Para preparar la crema de ajo con la que untaremos el pan necesitamos que la mantequilla esté muy blandita. Eso nos facilitará tanto la preparación de la crema como la tarea de untarla en el pan.

Para extenderla en las rebanadas cortadas podemos usar un cuchillo de punta roma, como si untáramos mantequilla, aunque lo más cómodo es usar un pincel de cocina, que nos permitirá extender una fina capa de crema de ajo en cada rebanada de forma fácil y rápida.

Me gusta majar el ajo y el perejil en el mortero, hasta que se obtiene una pasta fina en la que no quedan trocitos de ajo. Luego añado esta pasta a la mantequilla ablandada y el aceite. Si no queréis majarlo en el mortero basta con picar el ajo hasta que quede muy finito y en trocitos muy pequeños.

Una de las cosas que más me gusta del pan de ajo es su sencillez, pero si queréis hacerlo un poco más completo se puede espolvorear un poco de parmesano sobre las rebanadas de pan justo antes de ponerlas en el horno.

Ingredientes

• 6-8 personas.

• Una barra de pan. A mi me gusta usar una estilo baguette.
• Dos dientes de ajo.
• 50 gramos de mantequilla.
• 30 ml. de aceite de oliva virgen extra.
• Perejil fresco.
• Sal.
• Pimienta negra molida.

Preparación

Sacar la mantequilla de la nevera con bastante antelación para que esté blandita cuando la usemos.

Poner en un bol la mantequilla ablandada y el aceite.

Pelar los dientes de ajo y ponerlos en un mortero.

Añadir perejil picado al gusto, un poco de pimienta negra molida y un pellizco de sal. Cuando majamos ajo en el mortero la sal nos ayudará a que no salte.

Majarlo bien hasta obtener una pasta en la que casi no se noten los trocitos de ajo.

A mi me gusta hacerlo en el mortero, pero también se puede partir el ajo en trocitos muy pequeños o ponerlo todo en un procesador de alimentos.

Añadir el contenido del mortero al bol con la mantequilla y el aceite.

Si hemos partido los ajos finitos añadir el ajo picadito, perejil picado al gusto, pimienta negra molida y un pellizco de sal.

Remover bien hasta obtener una pasta con una textura cremosa y uniforme.

Partir el pan en rebanadas de un dedo de grosor más o menos.

Colocar las rebanadas de pan en una bandeja de horno cubierta con papel antiadherente.

Untar cada rebanada con la mantequilla de ajo. Se puede emplear un cuchillo de punta roma, como si untáramos mantequilla en el pan, o un pincel de cocina. Si la mantequilla está muy blandita se hace fenomenal con el pincel de cocina, es ideal para extender una capa finita y uniforme en cada rebanada.

Precalentar el horno a 180 grados.

Colocar la bandeja con el pan en la parte central del horno.

Hornear hasta que el pan esté bien doradito, unos 15 minutos.

Sacar la bandeja del horno.

Espolvorear con más perejil picado.