Tarta fría de limón

En verano me gustan mucho los postres fresquitos que no necesitan horno. Y siento predilección por los postres preparados con limón, que me parece una sabor que siempre transmite frescura, perfecto para el verano. Esta tarta fría de limón es un buen ejemplo, con un relleno cremoso con un intenso sabor a limón cuajado con gelatina y colocada sobre una base de bizcochos de soletilla, tendremos una tarta estupenda sin necesidad de encender el horno.

Las tartas que no necesitan horno me gustan durante todo el año, pero me parecen especialmente adecuadas para el verano. A mi la verdad es que me da mucha pereza encender el horno en esta época y me encantan este tipo de preparaciones que nos permiten prescindir del horno y del calor que desprende. Tenemos una amplia gama de postres donde elegir, desde las clásicas tartas con una crema cuajada a base de gelatina, como las tartas de queso sin horno (como esta tarta de queso sin horno o esta tarta de limón sin horno) o toda la familia de las bavaroises, pasando por clásicos como el imprescindible tiramisú o la tarta de galletas.

Esta tarta está formada por una crema de limón muy sencilla, elaborada con nata montada, leche y el zumo y ralladura de dos limones, a la que se añade gelatina para cuajarla. Para darle una aspecto más de tarta le añado una base de bizcochos de soletilla, de la que podéis prescindir si se quiere, aunque a mi me parece que queda muy bien así. Es un clásico que lleva años en los recetarios populares, recuerdo haber visto en algún recetario de mi madre de los que regalaban de promoción alguna versión de un postre similar con leche condensada.

En las preparaciones que usan gelatina suelo usar siempre gelatina neutra en hojas. Me parece más fácil de graduar que la gelatina en polvo. Para la cantidad de relleno de esta tarta empleo 6 hojas, que equivalen a un sobre de gelatina neutra en polvo. En el caso de esta tarta hay numerosas versiones que emplean gelatina de limón en vez de gelatina neutra. Con la cantidad de zumo y ralladura de limón que lleva la tarta la gelatina de limón no va a modificar apenas el sabor, pero dará al relleno un color un poco más amarillo, más de limón. Si se usa gelatina de limón hay que tener en cuenta que suelen llevar ya bastante azúcar incorporado, de hecho la mayoría del sobre es azúcar. Un sobre de gelatina de sabores de Royal que pesa casi 60 gramos tiene unos 40 gramos de azúcar, por lo que conviene reducir un poco la cantidad de azúcar de la receta. Cuando se usa gelatina neutra se caliente la leche con 50 gramos de azúcar, si usamos gelatina de limón lo reduciríamos a 15-20 gramos.

La tarta lleva una base de bizcochos de soletilla. Le da un aspecto un poco más de tarta y un contraste agradable al comerla.

Suelo preparar esta tarta en un molde alargado. Necesitaremos un molde que tenga algo más de un litro de capacidad. Como al desmoldarlo la tarta queda invertida, como los flanes, la capa de bizcochos se coloca sobre la crema una vez que la hemos vertido en el molde. Simplemente colocaremos una capa de bizcochos, del revés, con la cara plana hacia arriba. En mi molde caben 4 bizcochos enteros y quedan huecos que voy rellenando con trocitos de bizcocho cortados a medida. Me gusta colocar los bizcochos enteros en las 4 esquinas, así los recortes quedan en la parte central.

Podemos preparar la tarta también en un molde redondo desmontable. En este caso no vamos a dar la vuelta a la tarta al desmoldar, por lo que colocaremos la capa de bizcochos en la base y añadiremos la crema sobre los bizcochos. Si se prefiere para la base en vez de la capa de bizcochos podemos emplear la clásica base de galletas desmigadas, como en estas dos tartas: tarta de queso sin horno y tarta de limón sin horno.

Esta receta es muy rápida de preparar, en menos de 45 minutos está lista, pero como todas las recetas con gelatina necesitará al menos 3 horas de nevera para cuajarse completamente, aunque si se puede yo prefiero dejarla toda la noche.

Con las cantidades de la receta salen unas 8-10 raciones. La receta lleva una generosa cantidad de nata, por lo que llena bastante y es conveniente hacer raciones no demasiado grandes.

Ingredientes

• 8 personas.

• 120 ml. de zumo de limón (el zumo de dos limones grandes).
• Ralladura de dos limones.
• 150 ml. de leche.
• 100 gramos de azúcar.
• 400 ml. de nata para montar.
• 6 hojas de gelatina neutra (o un sobre de gelatina de limón).
• Aceite de oliva virgen extra para untar el molde.
• Bizcochos de soletilla (opcional).

Preparación

Rallar la cáscara de los dos limones, procurando coger solo la parte amarilla, ya que lo blanco amarga.

Exprimir los dos limones.

Medir la cantidad de zumo obtenida. Si sale más de 120 ml. lo podemos añadir sin problemas, si es menos lo compensamos añadiendo un poco más de leche.

Poner las hojas de gelatina en remojo según las instrucciones del fabricante. Normalmente necesitarán unos 5 minutos para hidratarse.

Verter la leche y 50 gramos de azúcar en un cazo y calentar hasta que comience a hervir, removiendo para que se disuelva bien el azúcar.

Apartar la leche del fuego.

Escurrir la gelatina apretándola con el puño para eliminar el agua y añadirla a la leche caliente. Remover hasta que se disuelva completamente.

Si empleamos gelatina en polvo basta con añadirla a la leche caliente una vez que la hemos apartado del fuego, removiendo bien hasta que se disuelva. Los sobres de gelatina de sabores llevan ya una buena cantidad de azúcar (el habitual de Royal calculo que tendrá unos 40 gramos de azúcar por sobre) por lo que podemos reducir bastante los 50 gramos de azúcar que añadimos a la leche para que no quede demasiado dulce.

Añadir el zumo y la ralladura de limón y remover para mezclarlo bien.

Dejar que se enfríe un poco mientras preparamos la nata. Yo lo suelo pone dentro de otro recipiente con agua fría para que se enfríe un poco más rápido.

Poner en un bol la nata junto con los otros 50 gramos de nata.

Para que monte bien la nata debe estar muy fría. Si hace calor también se puede poner en la nevera un rato el bol y las varillas para que se enfríen.

Batir la nata con unas varillas hasta que esté montada y haya aumentado de volumen, pero sin que llegue a ponerse dura.

Añadir poco a poco la mezcla de leche y zumo de limón, mientras se continua batiendo.

Untar el molde en el que vamos a preparar la tarta con una gotita de aceite de oliva. Esto ayudará a que se desmolde mejor. Yo he empleado un molde rectangular de silicona. Tiene un poco más de un litro de capacidad.

Verter la mezcla en el molde, alisando bien la superficie.

Se puede poner una capa de bizcochos de soletilla sobre la crema. Es opcional pero queda muy bien, al desmoldar la tarta queda sobre la capa de bizcochos.

Colocar los bizcochos al revés, con la cara plana (su base) hacia arriba. Como quedarán huecos partimos trozos de bizcocho para rellenarlos.

Tapar con papel de film y poner en la nevera al menos 3 horas para que cuaje la gelatina, aunque si es posible yo prefiero dejarlo toda la noche.

Para desmoldarlo colocar el plato de servir invertido sobre el molde y dar la vuelta al conjunto. Con el molde de silicona antes de voltearlo me aseguro de que las paredes se pueden separar de la tarta. Si usamos un molde de metal o cristal puede ser necesario separar la tarta del molde empleando un cuchillo de punta roma.

Servir cortado en rebanadas.