Galletas con pepitas de chocolate

Para mí las galletas son unas de las recetas de repostería más agradecidas. Hay multitud de recetas que con ingredientes habituales en cualquier despensa y un proceso sencillo consiguen resultados ricos y muy vistosos, como estas galletas con pepitas de chocolate. Son unas galletas buenísimas por la generosa cantidad de mantequilla que llevan y la abundancia de pepitas de chocolate y son sencillísimas de preparar, de las más sencillas del blog.

Estas galletas pertenecen al grupo de lo que los americanos llaman Ice-box cookies, que podría traducirse por galletas de la nevera o más bien galletas del congelador. Son galletas elaboradas con una masa con mucha mantequilla. Una vez mezclados los ingredientes se da a la masa forma de cilindro y se deja enfriar en la nevera hasta que se endurece. Luego simplemente se corta en rodajas, como si fuera un salchichón y se hornea. Más sencillo imposible. No se necesitan ni rodillo, ni cortadores ni ningún otro utensilio. La abundancia de mantequilla y los tropezones de chocolate garantiza que a pesar de su sencillez sean una galletas riquísimas.

Antes de enfriarse en la nevera la masa de las galletas es muy blandita y la parte sobre la que la apoyemos mientras se enfría se aplanará, perdiendo un poco su forma cilíndrica. Para evitar esto nos pueden venir muy bien los cilindros de cartón de los rollos de papel de cocina, papel de aluminio o similares. Simplemente se pone el cilindro de masa dentro y la forma cilíndrica de cartón ayudará a que no pierdan la forma. Es buena idea guardar alguno cuando se acaben para emplearlo cuando hagamos galletas de este tipo.

Es necesario dejar que la masa se enfríe bien en la nevera antes de cortarla. Necesitará un mínimo de 3 horas, aunque a mí me gusta dejarla toda la noche. No tengáis prisa por sacarla de la nevera. El único secreto para que las galletas queden bien es precisamente que la masa esté muy fría para que se pueda cortar bien sin complicaciones y sin deformarse demasiado. Recién hecha es una masa blandísima y pegajosa (es lo que tiene la mantequilla), pero bien fría se maneja muy bien. La masa aguanta en la nevera hasta 3 días, por lo que podemos prepararla con antelación y luego simplemente cortarlas justo antes de hornear.

Si no tenéis en casa pepitas de chocolate basta con picar con el cuchillo la misma cantidad de chocolate de cobertura hasta que queden trocitos pequeños.

Ingredientes

• 125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
• 200 gramos de harina.
• 100 gramos de azúcar.
• 1 huevo.
• 90 gramos de pepitas de chocolate o de chocolate de cobertura picado.

Preparación

Sacar la mantequilla de la nevera con un par de horas de antelación para que esté a punto de pomada cuando comencemos a preparar las galletas.

Poner en un bol la mantequilla y el azúcar y batir con unas varillas hasta que esté espumoso.

Añadir el huevo y continuar batiendo hasta que esté bien incorporado.

Incorporar la harina tamizada junto con un pellizco de sal y continuar mezclando (ahora mejor con una cuchara de madera) hasta que esté completamente integrada y la masa sea uniforme.

Añadir las pepitas de chocolate y mezclar hasta que se distribuyan por igual en la masa.

Dividir la masa en dos partes y poner cada mitad sobre un trozo de papel de film.

En este momento habría que dar forma de cilindro de unos dos dedos de grosor a cada mitad de la masa, pero está tan blandita que resulta una operación un pelín complicada, así que de momento nos limitaremos a distribuir la masa de forma homogénea a lo largo de la hoja (yo lo hago ayudándome del film para que no se pegue), formando una tira de grosor uniforme y envolviendo bien cada rollito con el papel de film.

Poner los dos paquetitos en la nevera y esperar un ratito (entre media hora y una hora) a que se endurezcan un poco. No dejar pasar demasiado rato porque si se endurece mucho será complicado darle forma. Sacar los rollitos de la nevera y darles forma de cilindro. Para mí la forma más fácil es hacerlos rodar sobre la encimera. Aplanar un poco lo extremos. Si no la primera galleta tendrá una forma poco regular.

Volver a poner los rollitos de masa en la nevera. Si tenemos algún rollo de papel de aluminio, papel de cocina, etc. vacío lo podemos usar para poner los rollitos de masa mientras reposan en la nevera. Así evitaremos que con el peso se aplane la parte inferior. Dejarlos reposar varias horas, o mejor toda la noche, hasta que se endurezcan bien.

Precalentar el horno a 180 ºC.

Poner una hoja de papel antiadherente sobre una bandeja de horno.

Sacar los rollitos de la nevera y ponerlo sobre la tabla de cortar.

Con ayuda de un cuchillo de sierra cortar rodajas de alrededor de medio centímetro de ancho.

Colocarlas sobre la bandeja de horno, un poco espaciadas entre sí.

Si no nos caben todas en una bandeja, que será lo normal (yo las he horneado en dos tandas), mientras se hace la primera mantener el segundo rollo en la nevera para evitar que coja temperatura.

Poner la bandeja en la parte central del horno y hornear durante 10 minutos.

Sacar las galletas del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.

Se conservan durante muchos días en perfecto estado en una caja hermética.