- 6-8personas.
- 125 gramos de harina.
- 125 ml. de leche.
- 125 ml. de agua.
- 25 gramos de mantequilla.
- 5 gramos de azúcar (una cucharadita de postre).
- 3 gramos de sal.
- La cáscara de medio limón.
- 3 huevos.
- Aceite de oliva para freir los buñuelos.
- Azúcar y canela para rebozar los buñuelos.
Pon en un cazo el agua, la leche, la sal, el azúcar, la mantequilla y el limón. Deja que hierva removiendo de vez en cuando con una cuchara para que la mantequilla se disuelva completamente.
Mientras tanto tamiza la harina.
Cuando la leche hierva retira la cáscara de limón y añade la harina al cazo de golpe. Remueve enérgicamente con una espátula o una cuchara de madera hasta que se integre bien y la masa sea lisa y uniforme. Cuando se haga una bola que se separa de las paredes del cazo sigue removiendo durante dos o tres minutos para secarla un poco.
Aparta la masa del fuego y deja que se enfríe un poco.
A continuación se incorporan los huevos. Añade los huevos enteros de uno en uno, removiendo muy bien de forma que cada uno de ellos esté perfectamente integrado antes de añadir el siguiente.
Al poner el huevo y empezar a remover la masa parece que se divide en porciones. Sigue removiendo con fuerza hasta que vuelva a tener un aspecto liso.
Deja reposar la masa una hora o dos para que se haga un poco más dura y compacta.
Calienta abundante aceite de oliva en una sartén sin que llegue a humear. La temperatura del aceite es importante. Si es muy baja los buñuelos se irán al fondo y absorberán demasiado aceite. Si por el contrario es muy alta se formará una costra dorada demasiado rápido y no se hincharán.
Para dar forma redonda a los buñuelos pueden emplearse dos cucharillas de postre. Según vayas formando las bolitas ponlas en la sartén. No pongas muchos cada vez para que no baje la temperatura del aceite y para que tengan espacio suficiente para crecer. La fritura de los buñuelos la hemos hecho entre mi hermana y yo. Mientras yo formaba los buñuelos y los ponía en la sartén ella se encargaba de darles la vuelta para que se doraran por los dos lados y sacarlos cuando ya estaban hechos.
Hace un par de años vi en un programa de televisión cómo preparaba los buñuelos el cocinero de una pastelería. Puso la masa en una manga pastelera con un boquilla ancha y sujetándola un poco por encima del aceite iba cortando pequeñas porciones de masa que al hincharse quedaban perfectamente redondas. Más o menos el procedimiento que se emplea con los churros. Con suficiente práctica parece la forma más rápida de hacerlos, pero a mí me ha parecido más seguro continuar con las cucharillas.
Según se vayan friendo los buñuelos sácalos de la sartén y colócalos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una vez que están hechos pueden comerse sin más o rellenarse. Yo los he rellenado de crema pastelera que hice ayer siguiendo la receta que publiqué en el blog. Aunque la crema pastelera es lo más típico en las pastelerías se ven cada vez más rellenos diferentes: nata, chocolate, café, batata, limón. Todo lo que se os ocurra.
Mezcla azúcar y canela en un plato para rebozar los buñuelos según se vayan rellenando.
Pon la crema elegida, en este caso crema pastelera, en una manga pastelera con una boquilla estrecha. Haz un pequeño corte a cada buñuelo, introduce la punta de la boquilla y rellénalo hasta que la crema se salga por la abertura. Rebózalo con la mezcla de azúcar y canela. Repite la operación con el resto de buñuelos.
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