Me encantan estos hojaldres de manzana. Además de estar muy ricos con su relleno de manzana caramelizada y el hojaldre crujiente, por su formato individual y al estar cerrados, casi como si fueran una empanadilla de manzana, son muy cómodos de comer. se pueden comer con las manos sin mancharnos y sin que se caiga el relleno. Son además muy sencillos y rápidos de preparar.
La combinación de hojaldre y manzana es de la más versátiles en repostería para elaborar postres ricos y además, si usamos un buen hojaldre comprado, muy sencillos de preparar.
En el blog podéis encontrar varios ejemplos, desde la clásica tarta fina de manzana, exquisita en su sencillez, solo hojaldre y manzana laminada, esta trenza de hojaldre con manzana, pasas y nueces o esta otra trenza de hojaldre rellena de manzana, las dos muy vistosas por su forma, o estas tartaletas individuales con crema pastelera (tartaletas de hojaldre con crema pastelera y manzana), una combinación que no falla nunca.
El relleno de estas tartaletas es prácticamente el mismo que empleo para la trenza de hojaldre rellena de manzana, aunque para este formato prefiero partir la manzana en cuadritos pequeños en vez de hacerlo en gajos, me parece más cómodo para tamaños pequeños e individuales.
Los cuadritos de manzana se saltean en una sartén con mantequilla y azúcar hasta que están blanditos y caramelizados. Deben quedar tiernos pero enteros, no queremos que quede una compota, la idea es que se noten los trocitos al comer.
Me gusta mezclar azúcar blanco y moreno, el moreno aporta un toque tostado muy rico, pero se puede hacer empleando solo azúcar blanquilla.
Cuando la manzana está casi lista me gusta añadir un puñadito de pasas. Con el calor y los jugos de la manzana quedan muy blanditas, son opcionales pero me parece que quedan muy bien, aunque reconozco que a mi las pasas me gustan mucho.
También le añado canela en abundancia, ya sabéis que me encanta la canela, pero creo además que con la manzana es de los ingredientes con los que mejor combina.
Una vez que preparamos el relleno hay que dejar que se enfríe antes de rellenar el hojaldre. Los rellenos calientes tienden a ablandar las masas. A mi me gusta prepararlo el día anterior y dejarlo toda la noche en la nevera, así me resulta más sencillo organizarme. Además como el relleno lleva un poco de mantequilla al enfriarse en la nevera adquiere una textura más densa que facilita mucho la tarea de rellenar los hojaldres.
Para preparar estos hojaldres se usa una plancha de hojaldre rectangular. Con una plancha salen 6 hojaldres, cortándola primero por la mitad y luego cada mitad en 3 partes iguales.
Una vez que hemos cortado el hojaldre se rellenas casi como si fueran unas empanadillas. Se coloca el relleno en una mitad de la masa y se dobla la parte vacía para cerrarlo y cubrir el relleno.
Para cerrar los hojaldres y que no se salga el relleno podemos formar un cordoncillo con la masa, apretar con el dedo para cerrarlo o emplear un tenedor para sellar el borde como hacemos con las empanadillas. A mi me parece lo más rápido y efectivo.
Me gusta hacer unos cortes la parte superior de los hojaldres. De esta forma el vapor que se forma en el relleno durante la cocción puede salir fácilmente y evitamos que el hojaldre se humedezca, quedan súper crujientes. Normalmente hago 3 cortes en diagonal, me gusta como queda, pero no es la única opción. Quedan también muy monos haciendo simplemente dos cortes es forma de cruz o de aspa en el centro, lo importante es que sean amplios para que salga bien el vapor.
Los hojaldres de manzana se pueden servir templados o dejar que se enfríen completamente antes de comerlos, están deliciosos de las dos formas.
- 6 hojaldres individuales.
- Una plancha de hojaldre rectangular.
- 3 manzanas más bien grandes.
- 40 gramos de mantequilla.
- 25 gramos de azúcar blanquilla.
- 25 gramos de azúcar moreno (se puede sustituir por otros 25 gramos de azúcar blanquilla).
- Canela molida.
- Un puñadito de pasas (opcional).
- Un poco de leche para pintar el hojaldre.
- Azúcar para espolvorear el hojaldre.
En primer lugar vamos a preparar el relleno de manzana. Yo prefiero hacerlo el día anterior para que se enfríe completamente antes de rellenar los hojaldres.
Pelar las manzanas, partirlas en cuartos y eliminar el corazón.
Partir cada cuarto en cuadritos pequeños.
Poner al fuego una sartén amplia con la mantequilla en trocitos.
Cuando se funda la mantequilla añadir la manzana cortada en cuadritos.
Remover con cuidado para mezclarlos bien con la mantequilla. Bajar un poco el fuego para que no se queme.
A los 5 minutos añadir los dos tipos de azúcar y la canela. Remover bien para que toda la manzana se impregne de azúcar.
Cocinar a fuego medio removiendo con frecuencia hasta que la manzana esté blandita, pero sin que llegue a deshacerse, queremos que se noten los trocitos, no una compota. Necesitará en total unos 20 minutos.
Si vamos a emplear las pasas las añadimos a la sartén a media cocción, removiendo para que se mezclen bien con la fruta.
Apartar del fuego y dejar enfriar antes de usarlo para rellenar los hojaldres.
Si se emplea hojaldre congelado descongelarlo antes de usarlo siguiendo las instrucciones del envase.
Extender el hojaldre sobre la encimera, colocándolo sobre una hoja de papel de horno. Se puede usar el papel que trae el hojaldre.
Dividir la plancha de hojaldre en 6 rectángulos iguales. No hace falta separarlos de momento.
Repartir el relleno entre los 6 rectángulos de hojaldre, colocando un montoncito de manzana en una mitad de cada rectángulo, procurando dejar un borde libre de un dedo más o menos para poder cerrarlos.
Con ayuda de un pincel de cocina pincelar con un poco de agua el borde de los rectángulos, esto ayudará a que se peguen mejor.
Cerrar los hojaldres como si fueran empanadillas, doblando la mitad libre sobre la mitad que tiene relleno.
Para cerrar los hojaldres podemos emplear diversas técnicas. Yo normalmente los cierro presionando todo el borde con un tenedor, como las empanadillas.
Hacer unos cortes con un cuchillo en la superficie de cada hojaldre. Yo suelo hacer 3 diagonales en cada uno. Estos cortes permitirán que salga el vapor y harán que queden muy crujientes.
Pincelar los hojaldres con un poco de leche y espolvorear con azúcar blanquilla.
Colocar el papel con los hojaldres de manzana sobre una bandeja de horno. Colocar los hojaldre un poco distanciados para que no se peguen al aumentar de tamaño en el horno.
Mientras montamos los hojaldres precalentar el horno a 190 grados.
Colocar la bandeja con los hojaldres de manzana en la parte central del horno.
Hornear hasta que estén doraditos, unos 25-30 minutos.
Sacar del horno y dejar que se enfríen un poco sobre una rejilla antes de servirlos.
Se pueden servir templados o esperar a que se enfríen completamente.
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