Café Dalgona

En casa de mis padres nunca fuimos muy cafeteros, no sé de donde he sacado yo mi afición al café, a mi madre le daba dolor de cabeza y preparaba pocas veces. Cuando mi padre quería un café después de comer, en vez de preparar una cafetera de la que solo se iba a gastar una taza, lo solía preparar mezclando café soluble con azúcar y agua hasta que espumaba. Desde luego no es igual que el café de cafetera, pero es una buena solución cuando no tenemos una cafetera a mano o cuando solo queremos una taza. En 2020, durante el confinamiento, se empezó a poner de moda en Instagram y otras redes sociales el café Dalgona, que no es otra cosa que la espuma con la que mi madre comenzaba el café pero más batida, más cantidad y colocada sobre la leche a modo de copete. La verdad es que me hizo ilusión ver el café rápido de mi madre convertido en receta viral en Internet.

La base del café Dalgona es muy simple. Consiste en mezclar cantidades iguales de café soluble, azúcar y agua y batir hasta que emulsiona y se forma una espuma, una especie de mousse de café. En vez de diluir esta espuma con agua caliente o con leche se coloca encima de la leche, formando un vistoso copete.

La receta no es nueva, es básicamente lo mismo que se hace para preparar un café con café soluble, pero con bastante más cantidad de café y azúcar. En 2020 comenzó a popularizarse en las redes sociales, con gente publicando imágenes y vídeos preparando la espuma, hasta que llegó a Corea del Sur, donde además de volverse muy popularizar adquirió el bonito y sonoro nombre con el que conocemos ahora la preparación: café dalgona o dalgona coffee.

¿De dónde viene el nombre? En Corea el término Dalgona hace referencia a unas galletas o dulces preparados con azúcar caramelizada y bicarbonato, similar al honeycombbritánico. Son la galletas que aparecen en el juego del calamar. El café y las galletas no tienen nada que ver, pero el color de la espuma de café es similar al de las galletas y acabó popularizándose el nombre para designar al café, especialmente desde que un popular actor comentara la similitud en un programa de televisión .

Para preparar el café dalgona se ponen en un recipiente café soluble, azúcar y agua a partes iguales (normalmente 2 cucharadas por ración) y se bate hasta que emulsiona y se forma una espuma muy estable. Es preferible hacerlo con unas varillas eléctricas. Yo la primera vez pensé que sería suficiente batirlo con un tenedor (al fin y al cabo para preparar el café basta con batir con la cucharilla en la misma taza), pero al final tuve que desistir y usar las varillas eléctricas, no es fácil que emulsione y coja esa textura de mousse a mano. Con las varillas eléctricas está listo en apenas un par de minutos.

Al batir la mezcla emulsiona y adquiere una textura de mousse, muy aireada y con más volumen. Según va cogiendo volumen el color cambia, y del marrón oscuro de café solo con el que comenzamos acaba adquiriendo ese ese bonito color dorado. La primera vez me sorprendió mucho que la espuma que se forma es muy estable. Yo esperaba algo más efímero, como la espuma que se forma en el café, pero es prácticamente indestructible. Alguna vez he dejado un poco en la nevera y al día siguiente sigue igual, no se baja.

Lo habitual es colocar la espuma de café sobre leche, fría o caliente, como prefiramos. También se puede usar bebida vegetal. La espuma se coloca con cuidado sobre la leche, como la textura es tan aireada es menos densa que la leche y flota con facilidad, formando un bonito contraste entre el blanco de la leche y el marrón dorado de la espuma.

Para beberlo podemos dar vueltas para que se mezcle la espuma con la leche.

Es preferible usar un vaso o taza de cristal que permita ver en contraste entre las dos capas, que es parte de la gracia de esta bebida.

El café dalgona está rico, a mi me gusta sobre todo frío, pero hay que tener en cuenta que tiene una cantidad muy elevada de azúcar y café soluble. Para que la cantidad de espuma sea generosa y vistosa se suelen emplear dos cucharadas soperas de café soluble y otras dos de azúcar por cada ración. Yo entre semana suelo desayunar café con leche preparado con café soluble porque es muy rápido, y teniendo en cuenta que pongo una cucharadita de café con la cantidad que se usa para un dalgona tendría para los cinco días, vamos, que es un buen chute de café. No pasa nada por tomarse uno de vez en cuando, pero tened en cuenta que no es un inocente café con leche.

Ingredientes

• 2 personas.

• 4 cucharadas de café soluble.
• 4 cucharadas de azúcar.
• 4 cucharadas de agua muy caliente.
• 400 ml. de leche.

Preparación

Poner en el vaso de la batidora o en un bol pequeño el café soluble, el azúcar y el agua muy caliente (yo la suelo poner a punto de hervir).

Batir con las varillas hasta obtener una especie de mousse de café, con mucho más volumen que la mezcla original y un color mucho más claro. La espuma de café tiene una textura muy estable aunque aireada.

Poner la leche, fría o caliente, como se prefiera, en dos vasos.

Con ayuda de una cuchara repartir la crema de café sobre la leche, colocándola con cuidado para que quede flotando. Es mucho menos densa que la leche, por lo que flota con facilidad.

Servir inmediatamente.