El salchichón de chocolate (salame di cioccolato) es un postres típico en Portugal e Italia, hecho con chocolate fundido y galletas, al que muchas veces se añaden también frutos secos, y que se forma como un cilindro alargado. Su nombre procede de su parecido con un salchichón, por la forma alargada y su color blanquecino al rebozarlo con azúcar glass y especialmente por el aspecto de las rodajas obtenidas al cortarlo, a las que los trocitos de galleta y frutos secos entre el chocolate dan cierto parecido a las rodajas de salchichón. En parte galleta, en parte trufa, es un divertido trampantojo que hará las delicias de todos para finalizar la comida con rodajas de este delicioso "embutido".
La base del salchichón de chocolate se prepara con chocolate fundido, galletas troceadas y mantequilla. Las mezcla se vierte sobre film de cocina o papel de horno, dándole forma de cilindro alargado, que se guardará en la nevera hasta que solidifique completamente.
Existen dos variantes de esta receta, las que emplean huevo en la mezcla y las que no. Yo prefiero las versiones sin huevo. En muchas versiones veces el huevo se añade al chocolate después de fundirlo, con lo cual queda bastante crudo y eso es algo que no me agrada mucho en general y que además nos obliga a consumirlo en un plazo breve.
Para preparar el salchichón de chocolate se suelen emplear galletas sencillas y más bien secas, las María y similares son perfectas para este fin. Se parten la mano hasta obtener trocitos pequeños. Los trocitos tienen que ser menudos, pero no tanto que casi dejemos las galletas reducidas a migas (aunque inevitablemente se formarán algunas migas) para que se noten los trocitos al cortar rebanadas. Es lo que da su gracia a este postre, los trocitos blancos entre el chocolate que imitan los trocitos de grasa habituales de un salchichón.
Es también muy habitual añadir frutos secos al salchichón de chocolate. A mi me gusta añadir nueces, pero puede añadirse cualquier fruto seco: almendras, avellanas, pistachos. En el caso de las nueces las trocamos un poco, el resto se pueden añadir enteros. Si usamos avellanas o almendras es mejor que sean tostadas (a mi al menos me gusta más), ya que no vamos a cocinar el salchichón.
Cuando fundimos el chocolate se añaden dos cucharadas de líquido. Yo suelo poner una cucharada de leche y otra de licor, normalmente ron, aunque también se puede poner brandy o incluso un vino dulce. Si no queréis usar licor para que lo puedan comer los niños o simplemente porque no os agrada se puede sustituir por una cucharada de café o por otra cucharada de leche. Lo importante es poner un par de cucharadas de líquido, pero respetando la cantidad se puede variar con libertad. Como normalmente no le pongo café le suelo añadir una puntita de café soluble, el café les va en general bien a todos los postres de chocolate.
Una vez que está todo mezclado se vuelca sobre papel de film o de horno. Se envuelve con el papel dando a la mezcla forma de salchichón, es decir, de cilindro bastante alargado. Una vez que esté envuelto lo haremos rodar sobre la encimera para redondearlo bien. Enrollamos bien el papel que sobra en los lados (dará a los extremos un aspecto bastante parecido a los extremos del embutido) y los doblamos bajo el rollo para evitar que se abran.
Con esta cantidad de galleta y frutos secos la mezcla es muy consistente y se maneja bien, pero en caso de que sea muy blanda bastará con dejarla enfriar unos minutos para que adquiera algo más de consistencia para poder formar el salchichón.
Una vez que está formado se pone en la nevera toda la noche para que se endurezca completamente.
El aspecto final de salchichón se consigue rebozando el bloque de chocolate con azúcar glass, que le dará el aspecto blanquecino habitual de la piel del salchichón.
Para aumentar la similitud muchas veces también se ata el "salchichón" con hilo de cocina, como se hace con algunos embutidos. la verdad es que es divertido ir cortando el chocolate y que al llegar al final el último trocito tenga la cuerda atada, como un salchichón de verdad. Para fijar el hilo de cocina en los extremos lo que hago es hacer una pequeña incisión con un cuchillo que he calentado un poco con agua caliente y secado a continuación. Con el calor se funde un pelín el chocolate en ese punto y al volver a endurecerse la cuerda quedará fijada.
Para cortarlo en forma de rebanadas empleo un cuchillo grande. Aunque el chocolate está sólido como hemos añadido mantequilla no está tan duro como el chocolate en la tableta y se corta bastante bien. Si está demasiado duro y se desmorona suele ser útil calentar un poco el cuchillo con agua caliente, secándolo bien antes de usarlo.
Este salami de chocolate es muy rápido de preparar, en media hora está listo, pero necesita varias horas de reposo en la nevera, mejor toda la noche, para endurecerse completamente.
Con las cantidades de la receta sale un salchichón de unos 20 centímetros, con el que podremos hacer 10, 12 rebanadas, según tamaño, las mías la verdad es que son más bien gruesas.
Conservarlo en la nevera envuelto en film de cocina.
- Un salchichón de unos 20 centímetros.
- 100 gramos de galletas tipo María o similares.
- 125 gramos de chocolate de cobertura.
- 45 gramos de mantequilla.
- Un pellizco de sal.
- 100 gramos de nueces, almendras u otro fruto seco (peso sin cáscara).
- Una cucharada de leche.
- Una cucharada de licor (ron o brandy) o café.
- Media cucharadita de café soluble (opcional).
- Azúcar glass para cubrir el salchichón.
Pelar las nueces y partirlas en trozos menudos.
Si en vez de nueces se emplean avellanas, almendras o pistachos los dejamos enteros.
Trocear las galletas con los dedos hasta que queden reducidas a pedacitos pequeños, pero sin que queden reducidas a miguitas.
Vamos a fundir el chocolate al baño María.
Para ello poner el chocolate troceado, la mantequilla, un pellizco de sal, la cucharada de leche, el licor o el café y el café soluble si se usa en un un cazo o bol que pondremos dentro de otro recipiente mayor lleno de agua.
Poner la cazuela al fuego hasta que se funda completamente el chocolate, removiendo de vez en cuando para ayudar a que se deshaga.
Retirar del fuego.
Añadir las galletas troceadas y los frutos secos y mezclar bien con un tenedor o una lengua de cocina hasta que esté bien distribuido y no se vean galletas o nueces sueltas.
Colocar sobre la encimera dos rectángulos de film de cocina, uno encima de otro. También se puede hacer con papel de horno, pero me a mi personalmente me parece más cómodo usar film de cocina.
Volcar la mezcla de chocolate sobre el film de cocina, formando una tira alargada (algo más de un palmo, unos 20 centímetros) y más bien gruesa.
Envolver el chocolate con el film hasta formar un rulo, haciéndolo rodar suavemente sobre la encimera para formar un cilindro. Enrollar los extremos y colocarlos debajo del salchichón para que no se abra.
Con esta cantidad de galleta y frutos secos queda bastante consistente, pero en caso de que resulte muy blando para formar el salchichón lo dejamos enfriar unos minutos para que solidifique ligeramente.
Guardarlo en la nevera hasta el día siguiente para que se endurezca.
Cuando ponemos este tipo de rollitos en la nevera se suelen aplanar un poco en la base. Yo suelo guardar algún cilindro de los que vienen en el centro de los rollos de papel de cocina. Lo abro a lo largo con un cutter y pongo dentro el salchichón de chocolate (o la masa de galletas en otras ocasiones), que así no se aplana.
Desenvolver el salchichón de chocolate.
Si se quiere para darle más aspecto de embutido se puede colocar hilo de cocina haciendo festones, como cuando atamos la carne antes de meterla al horno.
Poner un par de cucharadas de azúcar glass en un plato.
Rebozar el salchichón por todos los lados hasta que quede bien cubierto de azúcar glass, imitando la piel blanquecina del salchichón.
Conservar en frío envuelto en film de cocina hasta la hora de servir.
Para servir cortar en rodajas como si se tratara de un embutido.
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