Leche frita

Leche frita

La leche frita es un postre casero con gran popularidad, de esos que se han preparado de siempre en muchas casas. Es un postre con una elaboración muy sencilla, con ingredientes que siempre están presenten en cualquier cocina y económico, lo que explica su gran popularidad. Y además está bueno ¿qué más se le puede pedir?

La leche frita es simplemente una papilla de leche espesada con harina y endulzada con azúcar que una vez que solidifica se corta en trozos, se reboza y se fríe.

Leche frita

Existen numerosas variantes que incorporan huevos a la crema, casi como si fuera una crema pastelera. Estrictamente no sé si podrá considerarse leche frita o no, pero es también una variante muy rica. En mi casa se han hecho siempre las dos versiones, la que no lleva huevo y la que sí. Bueno, mi tía preparaba siempre la versión sin huevo y mi madre la versión con huevo, así otro día publicaré esta versión.

Para aromatizar la lecha frita tradicionalmente se usa canela y cáscara de limón. Podemos sustituir el limón por la piel de otro cítrico, como la naranja o la mandarina.

Para espesar la crema se emplea harina de trigo, maicena o una mezcla de ambas, siendo muy frecuente emplear mitad y mitad de cada una. A mí me parece que la crema queda más fina cuando se añade maicena.

La maicena es simplemente almidón de maíz, por lo que no contienen gluten, por lo que si se elabora únicamente con maicena sería apta para personas con intolerancias al gluten. Bastaría con cambiar los 50 gramos de harina por 50 gramos más de maicena. En este caso emplearíamos también maicena para el rebozado.

Yo para freír empleo siempre aceite de oliva, pero si os resulta muy fuerte el sabor que da a los fritos se puede sustituir por aceite de girasol.

Leche frita

Ingredientes
  • 6-8 personas.
  • 1 litro de leche.
  • 50 gramos de fécula de maíz (maicena).
  • 50 gramos de harina de trigo.
  • 100 gramos de azúcar.
  • La piel de un limón.
  • Un palito de canela.
  • 2 huevos para rebozar.
  • Harina para rebozar.
  • Aceite de oliva para freír.
  • Azúcar y canela (opcional) para espolvorear.

Preparación
Leche frita

Reservar un poco de leche, un vaso escaso, para diluir en ellas las harinas.

Poner a cocer el resto de la leche con la peladura de limón y el palito de canela.

Poner en un bol la harina, la maicena y el azúcar. Añadir la leche que hemos reservado. Mezclar bien hasta que la maicena se disuelva completamente y no tenga grumos.

Cuando la leche comience a hervir eliminar las pieles de limón y el palito de canela (si resulta más cómodo para eliminarlos se puede colar la leche a otra cazuela) y añadir el contenido del bol.

Bajar el fuego.

Remover constantemente con unas varillas o una cuchara de madera mientras se va espesando la crema. Deberá cocer unos 20 minutos para que quede con la textura adecuada y la harina no sepa a crudo.

Volcar la masa en una fuente amplia, de modo que que quede una capa fina, como de un dedo de grueso más o menos.

Para evitar que la masa se pegue previamente habremos untado la fuente (fondo y paredes) con una gotita de aceite. El aceite se reparte muy bien con un pincel de silicona o un pedacito de papel de cocina. Es conveniente tener untada la fuente antes de retirar la crema del fuego (por ejemplo mientras se calienta la leche). La crema espesa muy rápido al quitarla del fuego y si esperamos a untar la fuente en ese momento costará extenderla y alisarla.

Tapar la crema y dejar en el frigorífico hasta que solidifique. Necesitará al menos un par de horas. Para mí lo más cómodo es prepararla por la noche y dejarla toda la noche en la nevera, para freírla a la mañana siguiente.

Leche frita

Poner al fuego una sartén con aceite en abundancia para freír las porciones de leche frita.

Batir los dos huevos como para tortilla.

Poner sobre la encimera un plato con harina.

Sacar la crema de la nevera. Después del reposo estará dura y manejable.

Con ayuda de un cuchillo cortarla en porciones del tamaño deseado. A mi me gusta hacer cuadrados no muy grandes, de 4 o 5 centímetros de lado. Me parece un tamaño que se maneja muy bien para freír. A la hora de servir prefiero también que sean porciones pequeñas y que el que quiera coja varias, pero sin que nadie parezca obligado a comer trozos grandes.

Pasar los trozos de masa por harina, sacudirlos para eliminar el exceso y pasarlos a continuación por el huevo batido.

Cuando el aceite esté caliente ponerlos por tandas en la sartén y freírlos hasta que estén dorados por los dos lados. Necesitan muy poco rato, lo justo para dorarse, ya que el interior ya está cocinado.

Al sacar la leche frita de la sartén ponerla en un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.

En una tacita o bol pequeño mezclar un par de cucharadas de azúcar con un poco de canela. La canela es opcional, pero a mí me gusta mucho el sabor que da.

Pasar los trozos de leche frita a un plato de servir y espolvorear con la mezcla de azúcar y canela.

Leche frita

Se puede servir templada o fría. Templada el interior está más cremoso, aunque yo la suelo servir fría.

Leche frita

Comentarios

  1. Hace no mucho, hice esta receta "light", la verdad es que el resultado fue mejor de lo que esperaba, y más sanito. Es un postre típico y rico que nunca pasa de moda =)
    Un besote!!^^

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    Respuestas
    1. Compleamente de acuerdo. Estos postres clásicos no pasan de moda nunca. Lo de la versión "light" me parece una opción perfecta.

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